¿Conocéis la teoría del alpinista? Pues
es una parábola perfectamente plausible sobre la evolución económica.
Imaginaos al alpinista, al pie de la
montaña. Con un mochilón enorme lleno de cuerdas y otras cosas de montañistas.
Rodeado de otros montañistas amigos, enemigos y desconocidos.
Pues ese montañista es un país
cualquiera con un montón de medios para crecer económicamente en un mundo
global en el que hay otros países con su misma idea política, sea cual sea,
liberalismo/capitalismo, socialismo/comunismo, u otros sistemas poco definibles
(por ejemplo los países islámicos).
Lo normal es que el alpinista se una a
un grupo, el de sus amigos y planeen un ascenso a la montaña.
Unos alpinistas deciden un ascenso
tomando todas las precauciones que sean necesarias para que, en caso de
desprendimientos, avalanchas o accidentes las consecuencias sean poco graves,
es decir, se tomarán el tiempo necesario para ir colocando anclajes de
seguridad y amarrar las cuerdas a esos anclajes. Entonces su crecimiento económico,
perdón su ascenso a la montaña, será lenta.
Otros alpinistas prefieren subir lo más
rápido posible para, por ejemplo, poder influir en el ascenso de otros grupos,
quedarse con las mejores zonas para los campamentos base y cosas así.
Un tercer grupo decide esperar a que
otro grupo vaya ascendiendo y después aprovechar sus vías de ascenso.
Hay muchos otros grupos más pero vamos a
fijarnos en estos tres.
Ahora imaginad que esa montaña ya estaba
siendo escalada por un montón de gente, y que todos los grupos se van a ir
encontrando compañeros de ascenso, unos ayudan, otros sólo fastidian y otros
pasan desapercibidos.
Y por último ponedle nombre a uno de esos montañeros,
se llamará España. Si claro, recordad que esto es una narración económica que se hace desde Gálvez…...Continuará
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