Se acabaron las vacaciones de escritura, yo creo que ya está bien. Y retomo escribiendo en una furgoneta, con seis amigos, volviendo desde Asturias a mi apreciado Gálvez. Aprovecho para recomendar la aventura/actividad del descenso del Sella.
Y, decidido, entro en harina.
En estos casi dos meses sabáticos apenas ha ocurrido nada interesante en el mundo. Entiendan la ironía.
UCRANIA, ni mejora ni empeora, pero Rusia hasta los testículos de Putin de la mierda de sanciones económicas de la Unión Europea contraataca, ya dije que había que andar con pies de Plomo porque "los rusos son los que tienen los cuartos".
Gaza, porque hasta ahora había sido Gaza y no Palestina aunque eso puede cambiar. Lo dicho, Gaza, restando que un contendiente es Israel, no sería noticia, como no lo están siendo la otra docena de guerras, conflictos y ocupaciones varias que están en brega a día de hoy repartidas entre África y Asia y con 10 veces más muertos de los producidos en ese conflicto. Si encuentro tiempo e inspiración haré un monográfico sobre esta masacre.
Sobre el Ébola (1), ya advertí que nos fueramos informando. He de reconocer que este brote va a tener algo bueno, se va a avanzar de forma definitiva hacia una cura e incluso hacia la vacuna. Bienvenido sea.
Informativamente se ha reabierto Irak, y es que mal debe estar la cosa para que coincidan Irán y EEUU en apoyar a los kurdos contra el Frente Islámico. ¿Cuándo dejará la especie humana de matarse en nombre de un Dios? Un siglo o siglo y medio predigo.
Y de España, ¿qué? Pues resalto como el PP está alimentando al monstruo PODEMOS con la intención de que el monstruo acabe con su adversario. Esperemos que las cadenas no se rompan con los focos de las cámaras como ocurrió con aquel mono gigante que trasladaron de su pacífica isla hasta Hollywood.
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