Hoy
toca una reflexión más profunda sobre qué pasó ayer en RÍo sin dejarme en el
olvido el comportamiento de algunos que al parecer estaban deseando este
resultado.
Ayer
nuevamente el COI ejerció de COI, como la ONU ejerce de ONU en situaciones como
Sudán (¿dónde estará eso?) o Siria.
¿Empate?
¿Cómo? ¿Empate? ¿Y ahora qué hacemos? Alguien susurra: ¿Quién coño ha metido la
gamba otra vez? Y entre susurros le responden: “la del café con leche”.
Bromas
aparte, ayer caí como un imbécil en la retórica de la victoria que nos vendió
la candidatura a través de los medios de comunicación, algunos se hacen llamar
informativos, incluso algunos de sus trabajadores “periodistas”. Pero la culpa
no es suya, es mía. Yo fui el imbécil. No valoré las propuestas que se
presentaban, no quise oír a Samaranch hijo cuando comentó la sentencia de la
Operación Puerto y me dejé cegar por las ganas de vivir unos Juegos Olímpicos
de cerca junto a lo que entonces sería mi hijo adolescente.
Y
¡paf¡ “EMPATE”. La cara de Alejandro Blanco era digna de un retrato. Y supongo
que la mía también porque ya sabía lo que venía después de aquello y, unas horas
antes, en busca de gloria, me había tirado a la piscina a través de este Blog. “¡Mierda,
la cagué!”. Pero lo mío no cuesta pasta, siempre una ventaja, la derrota
madrileña si ha costado un buen pico y este es otro tema, la pasta.
Ya
se ha escrito, quizá en exceso, sobre el coste de unos Juegos Olímpicos. No
tanto de cuánto cuesta presentarse como organizarlos. Y es que presentarse cuesta
unos buenos millones de euros, y no me refiero a llevar una delegación de
políticos, deportistas y famosillos a Brasil para vender la idea, me refiero a
todas las campañas de marketing previas, al pastizal que el COI (bendito
organismo) exige como tasa de inscripción y al coste de todos los movimientos
internos que precisa una ciudad sólo para ser candidata.
Dicho
esto, toca hablar de los ¿miles? de personas que en España disfrutaron ayer con
la derrota de Madrid. ¿Desde el rencor? Allá cada uno, sólo una apreciación
personal, el ser humano que se ríe de las desgracias ajenas no merece
reconocimiento sino más bien soledad.
Y es
que ayer un montoncito de miles de millones de euros, que estaban metidos en
una bolsa de basura, fueron tirados al contenedor. Cosa por la que no puedo
alegrarme, más bien lo contrario. El dinero que ya está, estaba y estará
gastado no tendrá ningún rendimiento. Es cierto que sería necesario gastar
otros 1.500 millones de euros si hubiera sido elegida Madrid, pero esa cantidad
es seguro amortizada por la actividad que crea la organización de unos Juegos.
Y
ahora, pero ahora y no cuándo ya se haya anunciado que volverá a presentarse,
es cuándo todos los que estáis en contra, allá vuestras razones, de que una
ciudad española sea candidata a organizar unos nuevos JJ.OO. es cuando
deberíais movilizaros para que ni un euro se malgaste. Los movimientos en
contra una semana o tres meses antes de la elección son sólo útiles para perder
la elección y que la bolsa de basura a la que he aludido antes vaya al
contenedor. Así que todos los que hoy os regocijáis a través de las redes
sociales, todos los que estáis encantados de la metedura de pata del café con
leche, todos los que encontráis algún motivo, incluso más si cabe los que lo razonan,
POR FAVOR comenzad ahora vuestra campaña en contra para ahorrar dinero de
nuestros impuestos. GRACIAS.
Por último
y por última vez, nuevamente reconozco mi error de ayer, pido disculpas y
entrego mi dedo meñique del pie izquierdo como penitencia.
Buen
día, Y recordad que esto es sólo la visión desde Gálvez, mi visión desde Gálvez.
Aquí os dejo el enlace a un artículo que resume bastante bien qué pasó ayer en el COI.
ResponderEliminarhttp://www.europapress.es/deportes/olimpiadas-00169/noticia-sueno-olimpico-madrid-estrella-contra-bussines-coi-20130908143248.html